SISTEMAS DE MOLDAJES PARA HORMIGONES
Un sistema de moldajes “moldea” el
hormigón a la forma y tamaño deseado, controlando su posición y alineamiento,
dentro de normas y tolerancias exigidas. Es una estructura temporal que soporta
su propio peso y el peso del hormigón en estado fresco, así como también,
cargas vivas y otras cargas que incluyen los materiales, equipamiento y
trabajadores.
El tamaño, forma y alineamiento de
los elementos estructurales hormiga nados dependen de la precisión y eficiencia
en los trabajos de instalación de moldajes.
Un sistema de moldajes debe ser
instalado en forma correcta y segura, mantener la alineación, nivelación y
aplome antes y durante las faenas de hormigonado, mantener su posición mientras
el hormigón se encuentra en estado fresco y desmoldar sin golpear, tanto la
superficie del hormigón como el moldaje.
La madera fue alguna vez el material
predominante como cara superficial del moldaje y a su vez, elemento resistente
de esta. El moldaje se construía en obra, ya sea sobredimensionado, con el
consiguiente mayor consumo de mano de obra y materiales o subdimensionado,
agravando el riesgo de accidentes en obra y perjudicando la buena ejecución del
proyecto. La reutilización del material era baja (tres o cuatro veces)
dependiendo de la simetría de los elementos hormigonados y del estado de los
materiales después del desmolde.
Además, la calidad en las
terminaciones superficiales obtenidas necesitaban ser revestidas (estuco y
yeso).
Lo anterior se traduce en mayores
costos por mano de obra, materiales de moldaje y revestimiento, como también
mayores tiempos de trabajo.
La necesidad de obtener un mejor rendimiento, basado en calidad,
seguridad y economía son los objetivos básicos del desarrollo de la tecnología
de los moldajes.
Calidad: Diseñar y construir
moldajes de tamaño, posición, textura y terminación requeridos.
Seguridad: Construir previniendo los
riesgos de los procesos constructivos, para los trabajadores y la propia
estructura (cargas normales y eventualidades).
Economía: Construir eficientemente,
ahorrando tiempo y dinero para el constructor y el propietario, manteniendo
estándares mínimos de calidad y seguridad.
Las ventajas que se obtienen son:
1.- Consideración
mínima o nula de cargas de estuco y yeso en el diseño estructural. Se considera
un menor peso por efecto de materiales.
2.- Cumplimiento
de los tiempos de ejecución del proyecto. La planificación inicial define la
cantidad de oleajes a utilizar (arriendo o compra); Con estas condiciones los
plazos propuestos son cumplidos.
3.- Facilidad de
montaje. Menor cantidad de piezas para unir elementos que conforman los
moldajes y menor tiempo de instalación por la simpleza de los sistemas.
4.- Mejoramiento
en la precisión de las formas solicitadas. La precisión de los moldajes en
alineación, nivelación y aplome se someten a tolerancias más exigentes.
5.- Mejoramiento
de la calidad de la terminación superficial. Superficies de contacto de
moldajes en buen estado, junto al uso de agentes desmoldantes con nuevas
formulaciones, aplicados en forma correcta, proveen una mejor terminación
superficial.
6.- Mayor
capacidad de carga. Para soportar una mayor presión producto de hormigonados
colocados en capas de mayor espesor y a mayor velocidad (paramentos verticales)
y mayor espesor de elementos (paramentos horizontales).
7.- Innovación de
superficies arquitectónicas especiales. Materiales con diferentes texturas y
relieves que se adaptan de variadas formas a la cara del moldaje.
Mano de obra
calificada: En la actualidad no existe mano de obra calificada en labores de
instalación de moldajes. Esto crea una limitación directa frente a la
eficiencia (rendimiento) en la instalación de los moldajes, redundando en perjuicios sobre la
terminación superficial y seguridad de los trabajadores.
Cuidado y
almacenamiento a que se someten los sistemas de moldajes: Su exposición a altas
temperaturas, lluvias y agentes agresivos ambientales deteriorará los
materiales reduciendo la vida útil, afectando la seguridad del trabajo (fatiga
de los materiales, pandeo) y calidad de la terminación, por lo que se debe instruir al personal sobre los cuidados
respectivos.
Uso de grúa en
obra para múltiples fines: Mientras el uso de una grúa en la demás actividades
de la obra (hormigón, fierro, etc.), no limite el programa de traslado,
instalación y descimbre de moldajes, no se presentará un problema.
IMPORTANCIA DE UN
SISTEMA DE MOLDAJES
Al determinar los factores que hacen importante a un sistema de
moldajes, algunos adquieran mayor o menor relevancia, según la obra en
particular. Los factores principales son:
a) Mano de obra.
- Disponibilidad de M.O. calificada.
- Experiencia y Know how.
b) Material de
los moldajes.
- Tipo de cara de contacto, número de usos y calidad de la terminación
superficial.
- Estructura soportante, resistencia y peso de los elementos.
c) Equipo en obra
para traslado de material.
- Manual (sin grúa), obras menores con paneles manuales.
- Grúa, obras
mayores, paneles de grandes superficies.
- Autotrepante y autodeslizante, obras en que el sistema prescinde del
uso de grúa.
d) Seguridad.
- Traslado del personal en obra, accesos de circulación (libres de
escombros y peligro de caída de material), plataformas de hormigonado,
andamios.
- Traslado de materiales, grúa, ganchos de izaje.
- Instalación, supervisión e inspección.
- Protección del personal, casco, guantes, arnés.
e) Duración de la
obra y actividades de moldajes.
- Planificación de la obra define la cantidad de material a arrendar o
comprar.
- Tiempo de instalación y desmolde planificados y reales.
f) Costo.
- Cantidad de metros cuadrados de moldajes a necesitar, considerando
ciclos de uso.
- Cantidad y tipo de partes que incluye el moldaje.
- Transporte del sistema (flete).
- Soporte técnico, supervisor del sistema.
- Mano de obra, cuadrilla de instaladores.
- Peso de los sistemas y tipo de grúa para traslado
- Condiciones de uso normal, cargos por deterioro.
g) Detalles
técnicos.
- Diagrama de instalación.
- Secuencia de instalación y desmolde.
- Simbología básica.
- Tolerancias y ajustes entre paneles.
h)
Especificaciones de obra.
- Tipo de superficie a entregar: hormigón a la vista, hormigón
arquitectónico con tratamiento superficial y hormigón para recubrimiento.
- Desmolde (fecha, cantidad de elementos y secuencia).
- Deformaciones admisibles, materiales de moldajes y procedimientos de
hormigonado utilizados, junto a las normas referidas a estos casos.
- Alturas de vaciado, procedimientos y normas referidas.
- Cortes y juntas de hormigón, tratamiento y diseño.
- Terminación especificada en la junta del molde, implementos que
mejoren esta terminación.
i) Adaptabilidad
del moldaje.
- Versatilidad de los sistemas de moldajes.
- Relación entre condición dad por obra y el sistema de moldaje para
realizar los elementos a hormigonar.
j) Condiciones de
obra.
- Condiciones ambientales en que se desarrolla la obra (temperaturas
extremas, humedad relativa y ambiente agresivo).
k) Soporte
técnico de la empresa de moldajes.
- Existencia de oficina técnica de la empresa suministradora de
moldajes, soporte técnico de supervisores de obra en terreno.
MATERIALES DE LOS
SISTEMAS DE MOLDAJES
Las partes que
componen un sistema de moldajes son:
- Cara de
contacto con el hormigón.
- Estructura
soportante de la cara de contacto.
- Elementos
que fijan, alinean, nivelan y aploman esta estructura entre sí y al
terreno u obra existente.
CARA DE CONTACTO.
El acero y la
madera (tablero contrachapado o de partículas) son utilizados como superficies
de contacto para el hormigón y están clasificados de la siguiente forma:
Metálicos y no metálicos
METÁLICOS:
Consideran el acero como cara de contacto. Las planchas de acero tienen un
espesor que varía entre 1,9
mm y 4
mm (existentes en el mercado nacional. Como propiedad
mecánica, el acero debe tener un punto de fluencia superior a los 2700 kgf/cm2,
para mejorar la resistencia a la indentación (resistencia al abollamiento).
El número de reutilizaciones es
alto, superando los 100 usos. Esta ventaja se condiciona a la manutención a que
se deben someter los moldajes (limpieza, aplicación de adecuados agentes
desmoldantes) y a prevenir que, en su traslado y manipulación, se golpeen
provocando un abollamiento de la superficie.
NO METÁLICOS: Los
no metálico, consideran tableros de madera, ya sea, contrachapado o tablero de
partículas.
Tablero
contrachapado: Es un panel
compuesto por chapas de madera (láminas continuas), nativas o exóticas, unidas
con adhesivo fenólico (resorsinol formaldehído).
Las chapas son obtenidas por el
bobinado del tronco (una sola orientación de la fibra). Las chapas (tres o más,
número impar generalmente) se prensan encolando una o ambas caras y con una disposición de la
fibra perpendicular entre capas, para obtener un tablero con propiedades mecánicas
semejantes en ambas direcciones (debido a la anisotropía de la madera).
Un recubrimiento fenólico
(120-440g/m2) se aplica, en ambas caras, después de preparar la superficie
(maquillaje y calibrado para eliminar las asperezas o zonas de bajo relieve).
Los cantos son sellados con poliuretano o epóxicos.
El número de reutilizaciones para
contrachapados desnudos es entre 5
a 10 usos, contrachapados de 2 caras con recubrimientos
de 120 g/m2, 20 a
30 usos y con recubrimientos de 335g/m2 entre 30 y 50 usos.
Tablero de viruta: Su denominación técnica es tablero de fibras
orientadas (OSB: Oriented Strand Board). Es un panel compuesto por virutas de
madera aglomeradas con un adhesivo a base de poliuretano. Los tableros poseen
un recubrimiento de papeles saturados con resinas fenólicas de 120g/m2 hasta
440g/m2.
El número de reutilizaciones para un
tablero con un recubrimiento fenólico de 325g/m2 está entre 15 a 25 usos.
Los tableros deben cumplir ciertas
exigencias:
- Resistencia
a esfuerzos mecánicos.
- Rigidez.
- Estabilidad
dimensional.
- Fácil de
manipular.
- Resistencia
al impacto.
- Resistencia
a sustancias alcalinas.
- Capacidad
para soportar condiciones severas de exposición a la intemperie.
Deben poseer sus
cantos sellados, por lo tanto cualquier corte del panel que se realice debe
considerar el sellado de esa superficie nueva.
También se utilizan el aluminio y
plásticos con fibra de vidrio reforzada como materiales de contacto, aunque su
introducción en el mercado nacional es mínima.
El aluminio es más liviano en
comparación al acero y madera, pero tiene un costo mayor, el cual podría ser
compensado por la facilidad de manipulación y mayor vida útil.
Existen además materiales
texturados, que se considera a cualquier plancha, placa o capa de material, que
se coloca directamente en la cada del moldaje para modificar la textura de la
superficie.
Las matrices pueden ser fijadas
sobre las superficies metálicas y no metálicas; con adhesivos especiales,
tachuelas, tornillos o grapas.
Algunos tipos de matrices texturadas
son:
- Matrices de
plástico (elastoméricas, rígidas, fibra de vidrio reforzada y espumas).
- Matrices de
caucho (neopreno, estera de caucho)
- Matrices al
vacío.
ESTRUCTURA
SOPORTANTE DE LA CARA DE
CONTACTO.
La estructura soportante se refiere
a los elementos estructurales donde se apoya la placa de acero o tablero de
madera. Son de dos tipos: bastidor y vigas.
Bastidor: Es un
reticulado de metal (acero o aluminio) con o sin atiesadores (rigidizadores).
Se pueden fijar tanto las planchas de acero como los tableros de madera.
Además, existen bastidores obtenidos
de una plancha de acero a la cual se doblaron sus bordes y colocaron
atiesadores.
Son de diferentes
tamaños, y sus usos son para paramentos verticales y horizontales en áreas
grandes y pequeñas.
Vigas: Existen
vigas de madera, acero y aluminio, mixtas (metal y madera), etc. Sobre las
vigas se fijan los tableros de madera. Las vigas son colocadas (en forma
paralela fijadas en el tablero) a distancias definidas por el uso del moldaje
(peso del hormigón, etc.).
Son de
diferentes resistencias y largos, y sus usos para paramentos horizontales y
verticales.
ELEMENTOS QUE
UNEN, ALINEAN Y APLOMAN LA ESTRUCTURA SOPORTANTE ENTRE SI Y AL TERRENO U
OBRA EXISTENTE.
Los elementos del moldaje que unen
las caras paralelas de un paramento vertical son los tensores distanciadotes de
acero (barras o pletinas de gran resistencia a la tracción).
Para unir la continuidad del
paramento, se utilizan mordazas de acero.
Puntales de acero o aluminio
(telescópicos) son utilizados en los moldajes de losas y hormigón, etc.
Los elementos que unen los
paramentos horizontales (vigas por ejemplo) son los conectores para los
laterales de viga.
Los elementos que alinean y aploman
paramentos verticales son los puntales de aplome y estabilizadores, la mayoría
de hacer. Solo cumplen un objetivo estructural cuando el paramento vertical es
un sistema de moldaje contra terreno y no se considera anclajes insertos en
terreno.
Además están los accesorios de
plástico como los tubos, conos y tapones de PVC.
Cabe destacar que los separadores,
aún no siendo entregados por la empresa suministradora de moldaje, cumplen un
rol fundamental.
SEPARADORES
Los separadores son piezas que fijan
la separación entre las armaduras y la cara de contacto del moldaje.
También llamadas calugas, tienen
diversas formas y fabricados de materiales como el plástico, mortero y
combinación de ellos.
Los separadores para paramentos
horizontales (losas), además de fijar la distancia del recubrimiento libre,
deben ser capaces de soportar la carga producto del peso de las armaduras y del
hormigón al momento del vaciado.